La reina Isabel II ha otorgado el indulto póstumo al matemático británico Alan Turing, que fue condenado por realizar actividades homosexuales en 1952. Turing contribuyó de manera definitiva a la derrota del nazismo con su genio matemático, salvando miles de vidas al descifrar el código secreto de comunicación del Ejército alemán.
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| Alan Turing (1912-1954) |
Durante la Segunda Guerra Mundial, el matemático Alan Turing colaboró con el gobierno británico en tareas de contraespionaje, ideando una máquina capaz de transformar una sucesión de unos y ceros en órdenes lógicas colocadas secuencialmente, exactamente el modelo por el que funcionan los ordenadores que manejamos cotidianamente. Por ello se le recuerda como “el padre de la computación”.
Su invención fue capaz de descifrar los códigos de la famosa máquina Enigma utilizada por el ejército alemán, posibilitando que las fuerzas aliadas pudieran anticipar los movimientos del enemigo y salvando con ello miles de vidas de civiles y militares. Algunos estiman que su contribución a la derrota del nazismo fue superior a la de Churchill o Eisenhower.
Sin embargo, en 1952, el mismo gobierno británico para el que había trabajado le condenó por “indecencia grave y perversión sexual”, tras habérsele encontrado culpable de haber mantenido relaciones sexuales con otro hombre. Se le dio a elegir entre la castración química o ir a la cárcel. Turing eligió lo primero y terminó suicidándose tras un año sometido a un tratamiento hormonal con estrógenos para eliminar su libido, que le causó impotencia y el crecimiento de pechos femeninos (recomendamos leer el artículo que nuestro colaborador Nemo dedicó a Alan Turing en septiembre de 2007, pinchando aquí).
La homosexualidad estuvo perseguida en el Reino Unido entre 1885 y 1967, habiéndose condenado durante ese periodo a unos 75.000 hombres por el delito de ser gays. Aquellos que aún sobreviven pueden solicitar la eliminación de esas condenas de sus antecedentes. En el historial de los fallecidos, sin embargo, permanecerá esa lacra.
Por ello, en los últimos años se han sucedido las peticiones para que Alan Turing fuera indultado póstumamente. En 2009 el informático John Graham-Cumming ya lanzó una iniciativa que consiguió que el gobierno británico se disculpase formalmente por el trato dispensado a Turing. Sin embargo, el indulto pleno fue denegado repetidamente ya que, en opinión de los responsables gubernamentales “Alan Turing fue debidamente condenado por lo que en aquellos tiempos se consideraba un delito”.
No obstante, en junio de 2013 el gobierno británico, a través de Lord Ahmad of Wimbledon, anunció su cambio de opinión en la Cámara de los Lores, declarando que la iniciativa propuesta por el demoliberal Lord Sharkey de conceder un indulto oficial a Turing contaría con el apoyo de la coalición de gobierno una vez llegase a la Cámara de los Comunes. En este cambio de postura quizás influyó la petición dirigida a David Cameronen diciembre de 2012 por once científicos británicos de primera línea, entre los que se cuenta Stephen Hawking, pidiendo dicho indulto.
Y finalmente, 60 años después de su trágica muerte, el indulto oficial ha llegado a través de un edicto real, fechado este 24 de diciembre. El ministro de Justicia Chris Grayling, firmante del indulto en nombre de la reina en su calidad de lord canciller, anunció el edicto real con las siguientes palabras:
“El doctor Alan Turing fue un hombre excepcional con una mente brillante. Su brillantez se puso de manifiesto en Bletchley Park durante la Segunda Guerra Mundial, donde fue fundamental para descifrar el código Enigma, contribuyendo a poner fin a la guerra y salvar miles de vidas.
Su vida posterior se vio ensombrecida por su condena por actividad homosexual, una sentencia que hoy se consideraría injusta y discriminatoria y que ahora ha sido anulada.
El doctor Turing merece ser recordado y reconocido por su fantástica contribución a los esfuerzos durante la guerra y su legado a la ciencia. Un indulto de la reina es un merecido homenaje a un hombre excepcional”.
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