(EFE).- El arzobispo emérito de la ciudad suroccidental sudafricana de Ciudad del Cabo y premio nobel de la Paz Desmond Tutu rechazó hoy que Dios odie a los homosexuales, y comparó la homofobia con el racismo.
“A muchos de nosotros nos produce angustia imaginar que Dios pueda crear a alguien y decirle: ‘Te odio. Te odio por cómo te he hecho’”, dijo el líder religioso anglicano en Ciudad del Cabo, durante la presentación de una campaña de la ONU por la igualdad de las minorías sexuales.
“¿Pueden imaginarme a mí, que he dicho que es injusto castigar por algo que no se elige como la raza o el sexo, callado cuando hay personas perseguidas, asesinadas por su orientación sexual?”, añadió el antiguo activista contra el régimen racista sudafricano del “apartheid”.
“Yo pienso que esto (la homofobia) es exactamente igual de injusto, como lo fue siempre el racismo”, agregó Tutu, quien recordó también que los homosexuales “no son una raza aparte”, tal y como sostienen algunos, informó hoy la agencia local de noticias Sapa.
“No quisiera ir a un cielo que fuera homófobo. No, mejor me disculparía y diría que quiero ir a otro lugar”, añadió el mítico luchador por los derechos humanos, con su habitual vehemencia.
“Tenemos que construir una sociedad tolerante, y no tendremos una sociedad libre hasta que todas y cada una de las personas sean reconocidas y aceptadas por lo que son”, señaló Tutu, quien dijo ser consciente de que muchos líderes religiosos consideran pecado la homosexualidad.
Tutu, de 81 años, participó en el inicio de la campaña global de la ONU “Libre e igual”, que pretende concienciar sobre la violencia y la discriminación contra las minorías sexuales.
El premio nobel de la Paz de 1984 indicó que mucha gente no puede elegir libremente su estilo de vida debido a los “prejuicios” y a la “violencia potencial” a la que se enfrentan.
Esta no es la primera vez que el líder religioso defiende la homosexualidad: el pasado mes de diciembre pidió al Gobierno de Uganda que rechazara un borrador de ley que pretende endurecer las penas contra estos colectivos.
“Con gran dolor contemplo la subyugación y represión de hermanos africanos cuyo único crimen es practicar el amor. El odio, en ninguna de sus formas, tiene lugar en la casa de Dios”, manifestó entonces Tutu.
Pese a ser el único país africano que reconoce legalmente el matrimonio homosexual y el derecho de adoptar niños a parejas del mismo sexo, los ataques a las minorías y su discriminación son habituales en Sudáfrica, especialmente entre la mayoría negra, pobre y poco educada.
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