Escrito por Abraham Puche (CNP 12.106)
En la tarde de ayer, mientras iba caminando con mi madre hacia la casa de mi tía acá en Maracaibo, dos mujeres jóvenes identificadas con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocidos como Mormones) nos abordaron amablemente y me dieron un papel fotocopiado que acepté por pura cortesía.
El documento se titula “La Familia, una proclamación para el mundo”, emanado por la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles”, es decir, de la máxima jerarquía colegiada de esa religión. Valga este inciso para reiterar que, según los mormones, estos líderes son “verdaderos profetas” al igual que los patriarcas del Antiguo Testamento bíblico y que Juan el primo de Jesús.
Mientras las “misioneras” nos hablaban sobre la importancia de la familia, apenas leí unas cuantas líneas y enseguida me di cuenta que el documento tiene una alta carga homofóbica, e incluso, coloca a la mujer en un nivel de subordinación al hombre.
Por ninguna parte ataca explícitamente a la homosexualidad ni los derechos ejercidos en cualquier país laico (nación cuyas leyes son ajenas a preceptos religiosos sino estrictamente jurídicos), pero quien sepa analizar y “leer entre líneas” se dará cuenta su buena dosis de manipulación religiosa engañosa para justificar el rechazo a los derechos de la comunidad sexodiversa.
Aclaro que en ningún momento estoy en contra de los valores familiares, ni me opongo al derecho de las familias tradicionales. De hecho, yo provengo de un seno familiar muy amoroso, lleno de principios y valores. No obstante, ni yo ni nadie tenemos la autoridad para imponer nuestros puntos de vistas subjetivos sobre el resto de la sociedad. Como dice el dicho: “Vive y deja vivir”.
En resumen, el documento se basa en la “importancia de la familia” para excluir a un sector importante de la población mundial que también proviene de núcleos familiares y que tienen todos los mismos derechos a ejercer una vida libre, plena y segura. Me refiero al colectivo Lgbti (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual e Intersexual).
El texto comienza así: “Nosotros, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solemnemente proclamamos que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos”.
Más adelante dice: “También declaramos que Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación se deben utilizar sólo entre el hombre y la mujer legítimamente casados”. Por supuesto, esto excluye tanto a las parejas heterosexuales en concubinato que se aman, y valga decirlo, a las parejas homosexuales.
Ya que los mormones creen que los matrimonios efectuados dentro de sus templos son eternos y no culminan ni siquiera con la muerte, el texto señala: “El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno”.
A continuación, viene la parte que ataca el derecho a la adopción de las parejas Lgbti: “Los hijos tienen el derecho de nacer dentro de los lazos del matrimonio, y de ser criados por un padre y una madre (…)”.
Aquí viene la parte donde manipulan la enseñanza bíblica para subordinar a la mujer al dominio machista: “Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia (…). La responsabilidad primordial de la madre es criar a los hijos”.
De una forma sutil, los autoproclamados “profetas de Dios” cierran su documento lanzando duras advertencias contra quienes defendemos los derechos de la comunidad sexodiversa, así como a quienes no comparten sus puntos de vista religiosos, e incluso, a los propios gobiernos y autoridades mundiales que han dado un paso al frente en los derechos humanos:
“Advertimos que la desintegración familiar traerá sobre el individuo, las comunidades y las naciones las calamidades predichas por los profetas antiguos y modernos (es decir, los profetas de la Biblia y los “apóstoles mormones”). Hacemos un llamado a los ciudadanos responsables y a los representantes de los gobiernos de todo el mundo a fin de que ayuden a promover medidas destinadas a fortalecer la familia y mantenerla como base fundamental de la sociedad”.
A lo largo de este largo texto, leído por el ya fallecido “presidente” Gordon B. Hinckley el 23 de septiembre de 1995 en Salt Lake (Utah, Estados Unidos), apenas cita un solo texto bíblico, el Salmo 127:3.
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El "profeta" Gordon Hickley (23 de junio de 1910 - 27 de enero de 2008) |
Con el respeto que merecen los miembros de esta religión, sus apóstoles han pasado de la raya al tratar de convertir al sistema laico en una especie de “teocracia” (como hacen los Testigos de Jehová), donde sus líderes imponen sus enseñanzas a su feligresía sin importar los puntos de vista contrarios.
No debería causarnos asombro que cada vez más el mundo se está rebelando de las cadenas religiosas impuestas durante muchos años. Las multitudinarias protestas contra la visita del Papa Benedicto XVI en España es una muestra de ello.
Claro, para los mormones es fácil ejercer un gobierno teocrático dentro del estado de Utah, históricamente dominado por esta iglesia y que aceptó aliarse a Estados Unidos durante su expansión por el oeste norteamericano con la condición de respetar sus creencias religiosas. Aquí sale a la luz la gran contradicción: la incorporación de Utah a Estados Unidos se basó en el respeto a su religión, pero ahora tratan de imponer sus puntos de vista sesgados al resto del mundo.
¿Estoy en contra de quienes deciden formar familias tradicionales? ¡En lo absoluto! De hecho, sacando con pinzas ciertas declaraciones de dicho documento mormón, yo también me sumo a la idea de apoyar los valores familiares. Pero… ¿quién ha dicho que la homosexualidad va en contra de la familia? ¿Acaso la inmensa mayoría de los homosexuales no vienen de familias totalmente constituidas? ¿No es cierto que casi la totalidad de los abusos y crímenes dentro de familias ocurren en el marco de relaciones heterosexuales? ¿Tenemos derecho a exigir al mundo a excluir a un importante sector mundial a gozar de los mismos derechos legales de las parejas heterosexuales? ¿Se imaginan ustedes el tormento que viven los homosexuales nacidos en familias mormonas, más aún si viven en Utah?
De hecho, hay muchas denuncias de mormones gays que han optado por el suicidio luego de una larga cadena de acusaciones y humillaciones. Para contrarrestar este lamentable fenómeno, miles de activistas gays han protestado en las puertas del templo principal mormón en Salt Lake exigiendo respeto.
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Manifestación Lgbti frente al principal templo mormón en Salt Lake, Utah. |
Es de vital importancia defender el derecho del Estado laico. De hecho, las autoridades civiles establecidas en la tierra están en el deber de defender y promover los derechos humanos. Precisamente ahí radica la enseñanza de Cristo cuando dijo “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”: hay que permitir que los gobiernos ejerzan su papel como rectores de la vida social armoniosa, y dejemos para las religiones nuestra relación con Dios. Cuando ambos conceptos son confundidos, comienzan los conflictos, y eso ha traído como consecuencia las interminables guerras en el Medio Oriente, las persecuciones contra ciertos grupos religiosos y las pretensiones de imponer puntos de vistas doctrinales sobre el resto de la sociedad.
Recuerden que muchas personas son ateas, otros viven el sincretismo y otros más son independientes en el campo religioso, por lo tanto, no podemos obligarlos a que se ajusten a nuestros “principios de conducta”.
Mi invitación es a estar alertas ante cualquier literatura religiosa aparentemente “inofensiva”, pero que implícitamente está llena de prejuicios, sectarismo y segregación.
Por cierto, contrariamente a la iglesia matriz oficial, encontré la dirección de una ramificación mormona que acepta abiertamente a la homosexualidad y se oponen a toda clase de dominación machista. Pueden visitar esta dirección y hacer click donde dice “creencias”: http://iglesiadecristo-sud.webs.com/
Quienes tengan dudas sobre el punto de vista bíblico acerca de la homosexualidad, los invito a leer el siguiente análisis publicado en este mismo blog: http://contranaturaradio.blogspot.com/2010/10/dios-nos-ama-todos-y-no-discrimina_8802.html
Quienes tengan dudas sobre el punto de vista bíblico acerca de la homosexualidad, los invito a leer el siguiente análisis publicado en este mismo blog: http://contranaturaradio.blogspot.com/2010/10/dios-nos-ama-todos-y-no-discrimina_8802.html
Por último, los invito a ver una extraordinaria película que fue censurada en Utah y saboteada en Estados Unidos por fundamentalistas mormones porque muestra el terror psicológico que viven los gays que hay dentro de esta religión: “Los Santos de los Últimos Días” (Latter Days). Se basa en hechos de la vida real, en el cual un joven misionero mormón se enamora de otro chico y sale a relucir su verdadera inclinación sexual, además de las amargas consecuencias sufridas por atreverse a “ser lo que naturalmente es”.
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Carátula de la película "Latter Days". |
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Una de las escenas románticas de la película "Latter Days". |
Comparto con ustedes un pedacito de la película: http://www.youtube.com/watch?v=G3DGKfg1MyQ&feature=related
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